Más de un año y medio ha tenido que pasar para volver a disfrutar en directo de un concierto de mi gran ídolo, Rafa Blas. Conciertos y eventos en la distancia o en fechas solapadas con mi trabajo han hecho que el momento se retrasara. Pero, como siempre, la espera ha merecido la pena.
Por fin os puedo traer una nueva Historia vivida en directo con una "H" como la que en los días previos me jugara una mala pasada y me hiciera editar alguna publicación, (detectada por un ídolo que sigue a sus fans), estoy muy feliz de compartir otra nueva entrada con mi sentimiento fan al máximo.
Un nuevo viaje preparado en torno a la figura que cambió mi forma de vivir y entender la música.
En esta ocasión acompañada por una buena amiga y su hija, volví a recorrer unos cuantos kilómetros, tres horas de viaje por carretera acompañada de todos los temas de sus dos discos, con el deseo de contagiar a mis compañeras de aventura mi pasión por "el jefe". Una buena combinación teníamos delante: playa, fiestas y buena música. Todo listo para un fin de semana perfecto.
Y no fue para menos, después de un provechoso día de playa, arena y chiringuito, al caer la noche nos dirigimos al puerto para anticiparnos al gran concierto. Recorridos los puestos de feria y varios posados con el escenario al fondo, nos acercamos para saber si ya habían empezado las pruebas de sonido y si nos podíamos encontrar con otros fans. Por suerte, a nuestra llegada nos recibieron algunos fans miembros del club y sí, ¡él estaba allí! Podía verlo a unos metros después de tanto tiempo. Sólo verle y ya me había emocionado. Volver a encontrarnos con miembros del club, algunos muy especiales, es toda una alegría. Una puerta nos impedía cruzar al otro lado, y aunque en un primer momento pensamos en burlarla de algún modo, por suerte se abrieron las puertas enseguida y ni siquiera tuvimos que esperar.
Tras un rato de saludos y contarle a mis compañeras de viaje que todo este reencuentro era parte de lo emocionante de vivir cada concierto (alucinaban cuando les dije de ir unas cuantas horas antes de que empezara), mi amiga, que contemplaba todo el escenario junto a su hija, observó como un grupo de fans se acercaba para saludar al "jefe" y hacerse una foto con él. Yo no me había atrevido a ir dado que no me gusta molestarle cuando se está preparando y suelo esperar a que sea él quién salga a saludar. Además aún me sigue imponiendo su presencia y la vergüenza de una quinceañera se apodera de mi en cuanto le tengo delante. Pero ella que tenía ganas de conocerle por todo lo que yo le había contado me dijo, "vamos a saludarle nosotras también" y ahí que nos fuimos. (Doy gracias por esa decisión porque al finalizar el concierto era ya muy tarde y nos fue imposible quedarnos por la gran cantidad de gente que se quedó para felicitarle y fotografiarse con él).
No pude evitar abrazarle en cuanto le vi, me hacía tanta ilusión volver a verle, tenía tantas ganas de volver a escucharle en directo. Fue para mí un reencuentro muy especial, echaba muchísimo de menos vivir todo esto. Poder charlar con tu ídolo unos minutos antes de su actuación es todo un privilegio y un honor.
Dado que había que esperar un par de horas para que empezara la Orquesta que actuaba previamente a nuestro ídolo, salimos a cenar algo. Con las pilas cargadas regresamos y allí estuvimos disfrutando del ambiente creado por la orquesta y también para coger sitio en primera fila para más tarde. Cantidad de gente se iba concentrando en el recinto atraídos por la música, y muchos quizás sin saber que se iban a encontrar con este magnífico artista en breves momentos. Nosotras nos divertimos bailando muchos de los temas interpretados por la orquesta e incluso ésta se animó a interpretar algunos temas de Queen como calentamiento para el público asistente.
Con una puesta en escena espectacular y un ambiente increíble empezó un concierto mágico. Rafa nos deleitó con temas propios de sus dos discos y con algunas versiones. Alguna de estas versiones como Euphoria dejaron al público con la boca abierta, yo que la había visto en TV pero no en directo aluciné al escucharla. Otros temas ya los había disfrutado en anteriores conciertos y no defraudó, mi vello de punta y la emoción no me abandonaron en toda la noche. Mis deseos se hicieron realidad cuando por fin pude vivir en directo temas del segundo disco los cuáles aún no había tenido la oportunidad. Con "Sin Final" me emocioné muchísimo, ¡Uaaauuu! si en el disco ya es un tema que te llega y te transmite, en directo es increíble. Me quedé con ganas de "Mi Locura" que es mi favorito, pero aún así no puedo quejarme porque todos me gustan y fueron muchos los seleccionados. Cada momento era mágico para mí, volver a vivir ese acercamiento a tu ídolo, escuchar su voz de nuevo en directo, sentir tanto en tan poco tiempo, es sencillamente impresionante. ¡Dos horas pasan volando!
Lloré y reí a la vez por la lluvia de sentimientos que volvía a disfrutar. Cada paso que daba en el escenario, cada cambio de vestuario, cada pose en escena, cada canción, cada palabra suya, cada aplauso del público, la grandiosidad de su voz aumentada por la brisa del mar, todo se grabó en mi memoria por siempre. Fue uno de los conciertos más especiales que recuerdo, quizás porque hacía mucho tiempo que no le veía y se convirtió en una segunda primera vez.
Me vuelvo a emocionar hoy al recordar y revivir esta noche tan especial. Veo las fotos y recuerdo exactamente cada momento. Volvió a brillar nuestra estrella, nuestra Voz, nuestro "jefe", el que nos cambia la vida, el que nos levanta del sofá, el que hace que nuestros planes ahora vayan todos acompañados con música, nuestro ¡Héroe!.
El pasado 23 de julio en Roquetas de Mar tuve el honor de vivir otra noche mágica e inolvidable llena de felicidad. Felicidad que irradiaban músicos y Voz, felicidad y asombro entre el público que se encontraba ante él en directo por primera vez, felicidad entre los miembros de club de fans que asistieron al evento, felicidad en mí por volver a encontrarme en un estado de ilusión hecha realidad.
Gracias por otra noche en mi memoria.
