Dedicatoria

Dedicado a Rafa Blas, Juan Saurin, Fer Varela, Andy C, Matt, Frank, Jessy, Andrea, Bea, Noelia y todos los miembros del club de fans de Rafa Blas.

domingo, 10 de mayo de 2015

Sentir sin estar


Hace unas semanas se celebraba uno de los conciertos más esperados por todos los miembros del club de fans. Llevábamos meses esperando ese evento. No era el primer concierto de la gira, pero sí el primer gran evento y para nosotros el que sería pistoletazo de salida para una andadura magnífica del nuevo trabajo de nuestro "jefe". 

Miembros de todos los rincones del país prepararon su viaje para vivir ese esperado concierto. El segundo trabajo de nuestro ídolo se mostraba en directo en aquel teatro para sus seguidores. La ilusión porque llegara aquel día fue lo más comentado en redes por esta gran familia durante los días previos. Aquellos que sabíamos que no estaríamos compartíamos esa ilusión y el deseo porque llegara el día. 

Pese que algunos teníamos todo preparado inicialmente para asistir y luego nuestros planes no pudieron hacerse realidad, pasada la tristeza del momento, nuestro entusiasmo y alegría por saber que gran parte de la familia viviría ese gran momento iba creciendo junto a ellos a medida que pasaron los días y se acercaba la fecha. 

Durante el día del concierto conforme pasaban las horas aumentaban los comentarios y mensajes de nerviosismo e inquietud porque llegara la hora de poder disfrutar de un nuevo evento, curiosidad por sentir los nuevos temas en directo, ver al "jefe" entregarse un día más y sentirse arropado por el alto número de miembros de su club de fans apoyándolo.

Todos estábamos pendientes del móvil desde primera hora de la mañana, que nuestros amigos nos fuesen trasladando todo lo que iba ocurriendo, su viaje, su llegada al destino, los ensayos previos y como no, las imágenes de la familia reunida, de las sorpresas preparadas y los momentos más brillantes del concierto.

Llegada la hora los fans fueron entrando al teatro y nos hicieron llegar las primeras instantáneas. No podíamos dejar de pensar en como iba a brillar el "jefe" en ese escenario. Tan nerviosos como los presentes, pendientes de cada nuevo mensaje, por fin recibimos el más deseado: - "Va a empezar". 

Sentía un cosquilleo en el estómago, los nervios a flor de piel, no estaba allí pero deseaba que fuese un éxito. Quería saber si el teatro estaba lleno, con qué tema abriría su actuación, si cantaría mi tema favorito, cuál sería la presencia en el escenario. Intentaba imaginarlo con la información que recibía de aquellos que estaban compartiendo ese nerviosismo en directo.

Conforme recibía las imágenes mi emoción crecía, comentaba por chat con otros miembros en la distancia lo que sentíamos en ese momento. Iban llegando grabaciones de los sonidos, temas interpretados, ambiente en el teatro... podíamos llegar a celebrar el concierto en nuestra mente, viajar allí si cerrábamos los ojos al oír cada pequeño fragmento. 

De pronto sonó el teléfono, una amiga que estaba presente en el concierto, yo ya sabía lo que iba a vivir detrás de aquella llamada. Podía disfrutar en directo de uno de los maravillosos temas y uno muy bien elegido: "La Ilusión", ilusión la que recorrió mi cuerpo en ese instante haciendo temblar mis manos y brotar las lágrimas en mis ojos. No sólo por escuchar al "jefe" en ese momento sino por oír cantar y animar a la familia del club y sobre todo porque dedicaran unos minutos de su día especial para compartirlos conmigo. 

Los asistentes en la distancia a través de las redes cantábamos las letras de las canciones como si allí estuviésemos, lo hacíamos escribiendo, una nueva versión, para transmitir lo que vivíamos cada uno en casa. Reíamos, llorábamos, bromeábamos, siendo participes de esas dos horas de concierto.

Fueron muchos los amigos del club de fans que aquélla noche tuvieron unos minutos para acordarse de los que no estábamos allí físicamente pero sí de corazón. Nos enviaban fotos, pequeños vídeos y grabaciones. El "jefe" estaba brillante, los temas sonaban fantásticos y eso que los móviles no son precisamente grandes grabadoras, pero nos parecían perfectos aquellos pequeños regalos que nos hacían llegar. 

Para mí fue muy especial que más de uno recordara mi tema favorito de este segundo trabajo, por el que me hice el tatuaje y el que deseaba conocer en directo, lloré muchísimo esa noche al recibir esos fragmentos de "Mi Locura", los escuché una y otra vez. La interpretación era majestuosa, el "jefe" transmite sentimiento puro cuando actúa y aunque solo te hagan llegar un pedacito de ese momento no puedes evitar las palpitaciones en el pecho, tararear la canción, el erizamiento del vello, el nudo en la garganta y las lágrimas de emoción. Siendo consciente de que si tus sentimientos son capaces de trasladarse a un concierto tan sólo con oírlo en un teléfono, cuando lo vivas en directo será aún más increíble. 



En definitiva una noche mágica, un concierto en la distancia, un evento más de nuestra "Voz", por la que hacemos todo tipo de locuras, como estar pegados al ordenador y el móvil durante horas para descubrir lo que está pasando en un concierto al que no puedes asistir. 

Esa noche, tanto aquéllos que estuvieron presentes como los que no, todos soñamos con lo vivido. Porque si bien unos recuerdan todo el concierto disfrutado, otros sueñan gracias a los fragmentos recibidos que como si fuera un puzzle enlazamos en nuestra mente para dar forma al concierto integro. 


Cuando se asiste a un concierto se pretende disfrutar al máximo y prestar toda la atención al artista, parece una barbaridad pararse a fotografiar y grabar. El que lo hace no puede estar al 100% con el concierto y puede parecer injusto que transmita toda esa información a los que no han comprado una entrada para asistir. Se podría pensar que el que no ha podido asistir que viva la experiencia en un concierto posterior. Pero en el club esa no es la intención, la voluntad y deseo porque todos aquellos que no han podido estar puedan sentir lo que ellos están viviendo en ese momento está por encima de todo. Unos pueden estar en unos conciertos y otros en otros, la forma de que podamos estar todos presentes de una u otra forma es compartir y hacer llegar al resto de miembros las imágenes y sentimientos vividos. Comprender y entender el sentimiento de cada miembro de la familia y lo importante que es para todos saber de cada paso de nuestro ídolo. 

Esta gran familia llena de humildad y generosidad se compone de miembros que no sólo buscan alimentar su propio sentimiento fan sino que también disfrutan y se emocionan compartiendo los momentos vividos con el resto del club. 

El 28 de abril de 2015 es una fecha que quedará grabada en el corazón de todos nosotros, tanto los que estuvieron presentes como los que vivimos el concierto en la distancia, porque es posible "Sentir sin estar". 







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