No era una aficionada a la música, no seguía a ningún grupo en especial, tampoco solía escuchar nada de forma habitual. Me gustaban algunos temas que escuchaba en la radio o en los pubs cuando salía, pero porque me gusta bailar y a veces ni siquiera prestaba mucha atención a las letras.
Aquella gente que cantaba sin cesar canciones de un grupo o artista, que estaban horas haciendo colas para verles o entrar en primer lugar para un concierto, me parecían raros, que extraño era que alguien hiciera aquellos esfuerzos. No lo entendía... que les pasaba, porque lloraban, que necesidad tenían de todo aquello. Hablaban como si de un líder se tratara al cuál seguían sin que nadie les pudiera cuestionar aquella fe que les invadía.
Pasaban los meses sin saber nada de aquél que me había provocado tal sensación en la distancia y me preguntaba que sería de él. ¿Estaría preparando su disco? ¿Saldría pronto? ¿Lo volvería a ver en televisión? Buscaba respuestas en la red, quería conocerle, saber más de él, quién era, su trayectoria, cómo sería el disco, necesitaba saber más... Pendiente de cada pequeña noticia que encontraba y deseando encontrar otra nueva. Volvía a ver sus actuaciones, quería volver a sentir aquella sensación.
Un día casi por casualidad a la hora de comer, ahí estaba, el anuncio más esperado: ¡su disco! Cogí el ordenador y busqué en la red, la fecha en que salía a la venta, quería oírlo. Buscando entré en un grupo de una red social y vaya suerte, ¡había dado con el club de fans! No lo podía creer, allí estaban, cientos de personas con las mismas ganas que yo y la misma ilusión. Me bastó leer una par de entradas en el grupo para darme cuenta de que me sentía identificada. Solo tenía dos cosas en la mente en aquél momento: formar parte de aquel grupo y por supuesto salir corriendo a comprar mi CD.
Casualidad o no, en breve sería mi cumpleaños y me dije: "este será mi primer regalo de cumpleaños", y cuando fui a la tienda a comprar el CD hasta les pedí que me lo envolvieran para regalo. (jajaja como si no supiera lo que me iba a regalar, pero me hacía ilusión rasgar aquél papel para encontrarme con el ansiado regalo). Faltaba tiempo para mi cumpleaños, pero yo sentí que era el regalo perfecto.
No podía dejar de escuchar los temas, unos los conocía otros no, pero estaba deseando tener un rato libre para ponerme los auriculares y disfrutar. Hacía tiempo que mi día se repartía entre el trabajo y la casa como si no hubiera nada más que hacer, una rutina demasiado agobiante que me hacía sentir vacía. Pero ahora ya no pensaba en ello no tenía tiempo, mis ratos libres ya estaban ocupados. Ya tenía algo que hacer, escucharle, ver sus videoclips, escuchar temas de sus grupos anteriores, conocer más de él y de los músicos que le acompañaban.
Pasaba fines de semana enteros dedicada a saciar mi curiosidad. Una vez aceptada en el grupo del Club de Fans ya era una más. Una extraña fanática incomprendida como aquellos a los que yo había llamado "raros". Descubrí que había muchísima gente que compartía mis sensaciones y mi nueva afición. Y lejos de sentirme rara, me sentía cada vez más a gusto, más feliz, había conseguido estar prácticamente al día de cada movimiento que daba aquella Voz. Sí, podía decirlo, tenía un ídolo y me había convertido en una Fan.
Si hay algo que agradezco de la existencia de las nuevas tecnologías, es que gracias a ellas, todos aquellos que compartimos una pasión común podemos estar conectados al minuto, estemos en el rincón del mundo que sea. Y lo más emocionante: podía ver fotos, videos y comentarios de mi ídolo al mismo tiempo que estaba dando un concierto en directo. Me sentía allí, me emocionaban los comentarios de los "amigos del club" que lo estaban viviendo in situ en aquél momento. Aunque no podía dejar de pensar en cuando llegaría el día en que pudiera vivir aquella experiencia. Veía las fotos de los fans que habían podido conocerle, tocarle, abrazarle... ¿Cuándo podría tener yo esa oportunidad?
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